mayo 23, 2010

Lobo bueno, lobo malo

He oido en varias ocasiones una historia sobre la capacidad de las personas para decidir como debemos ser:

“Una noche al lado de la fogata, un viejo le contó a su nieto acerca de una batalla interna que ocurría en las personas.
El viejo hombre dijo: Hijo mío, la batalla es entre dos ‘lobos’ dentro de todos nosotros.

Uno es malo. Es la ira, la envidia, los celos, la tristeza, el remordimiento, la arrogancia, la autocompasión, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad y el ego.

El otro es Bueno. Es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la amabilidad, la benevolencia, la empatía, la generosidad, la verdad, la compasión y la fe.

El nieto pensó acerca de ello por un minuto y luego le preguntó a su abuelo:¿Cuál lobo es el que gana?

El viejo simplemente respondió:El que tú alimentas.”

De esta breve pero bonita historia, yo la aplicaría tanto a las personas como a las organizaciones. Muchas veces nos quejamos de que no somo capaces de conseguir ciertos objetivos, de que no vendemos los suficiente, etc, y sin embargo no nos preocupamos por cada minuto de nuestra actividad de hacerlo lo mejor posible.
Creo que se está muchas veces más preocupado por el fin que por los medios a emplear. Si diariamente las organizaciones y las personas actuaramos y emplearamos nuestro tiempo siempre en aspectos y valores positivos relacionados con la vida, los objetivos vendrán por si sólos.
Tú, ¿a que lobo estás alimentando?, ¿En tu empresa que lobo está ganando?

Jesús M. Gómez Pérez

mayo 03, 2010

En el Día de las mamás, gracias


julio 30, 2008

Ex alumnos y apoderados se preparan para la Confirmación


Recibir el Sacramento de la Confirmación, a estas alturas del partido, es la culminación de una búsqueda incesante de toda nuestra vida.
El Colegio, generosamente, nos da los medios y nos acoge como ex georgians para cumplir con ser soldados de Jesús, tratar de ser mejor personas y ayudar a otros a que sigan los caminos de la Iglesia.
También es un recuerdo triste sobre la falta de espiritualidad que hubo en el Colegio desde que nos cambiamos a La Pirámide, hasta que salimos en 1975.
La tercera persona de la Santísima Trinidad esta presente en cada una de nuestras reuniones y nos permite unirnos a Dios Padre y a Dios Hijo junto a muy queridos compañeros de toda la vida.



Jaime Garri.

(En representación del grupo de ex alumnos Generación 1975 que se prepara para recibir el Sacramento de la Confirmación)